Dos hermanos, cuyas edades no llegan a la treintena, usaron sus conocimientos en informática y matemáticas para llevar a cabo uno de los mayores robos jamás perpetrados contra una plataforma de criptomonedas.
El sofisticado golpe no les salió como esperaban. Ambos acabaron detenidos el martes por agentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos acusados de robar 25 millones de dólares en moneda digital «en 12 segundos» con una técnica inédita contra la comercializadora Ethereum.
Los hermanos, Anton y James Peraire Bueno, de 24 y 28 años respectivamente, estudiaron en una de las universidades más prestigiosas del mundo, cuyo nombre no ha sido desvelado por las autoridades, y usaron sus mentes para idear un elaborado plan para robar la enorme fortuna en apenas unos segundos.
El menor de ellos fue arrestado en Nueva York, mientras que el mayor fue detenido en Boston. La fiscal general adjunta de Estados Unidos, Lisa Monaco, les acusa de tramar durante meses «un esquema tecnológicamente sofisticado y de vanguardia» para llevar a cabo el golpe, según un comunicado emitido por el Departamento de Justicia.
El plan les permitió alterar el proceso por el que las transacciones privadas de los usuarios son validadas y añadidas a la cadena de bloques de Ethereum, una técnica por la que nadie ha sido imputado hasta el momento.
Los hermanos se enfrentan a varios delitos de conspiración para cometer un fraude electrónico, el fraude mismo y conspirar a continuación para lavar el dinero obtenido. El plan fue descubierto por los fiscales del Departamento de Justicia y por los inspectores de la Agencia Tributaria estadounidense (IRS, por sus siglas en inglés). «Es el primero de su tipo», señaló Monaco.
Tras obtener el dinero de manera fraudulenta, los jóvenes rechazaron las «solicitudes para devolverlo» enviadas por los agentes y trataron de ocultar sus identidades para esconder el botín a través de varias empresas pantalla y múltiples plataformas extranjeras de intercambio de criptomonedas.
El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, que se hará cargo del procesamiento, alertó de que la actividad de los acusados «pone en duda la misma integridad de la cadena de bloques» que se utiliza para el comercio de las criptomonedas.
La estructura digital del robo se compone de una lista de registros electrónicos que aumenta constantemente con las transacciones de las criptomonedas que van entrando y que se mantienen a lo largo del tiempo. No está centralizada y utiliza la criptografía -un tipo de código algorítmico- para proteger su estructura.
Fuente: El Economista